HISTORIA: los "bienes nacionales" en la Revolución francesa

Un ejemplo del cambio de manos de los bienes nacionales, incautados a la Iglesia y al clero por el gobierno revolucionario francés desde el 2 de noviembre de 1789, lo encontramos en Benjamin Constant, que adquirió en Luzarches, a unos 30 km al norte de París, una hacienda en la que había una abadía abandonada, la abadía de Hérivaux, con sus correspondientes terrenos e instalaciones. La compra se realizó el 7 de agosto de 1795, y en 1796 realizó diversas obras de reforma. En marzo de 1797, Constant fue elegido presidente de la Asamblea cantonal de Luzarches, cosa que exigía ser propietario de bienes en ese lugar. No sólo fue una operación realizada a buen precio, pues, sino que, en el caso de Constant, tenía un objetivo más importante, que era poder entrar en política en un régimen, el Directorio, que restringía el derecho a ser elegido y el derecho a elegir a ciudadanos con un mínimo de renta (sufragio censitario). No obstante, hay que añadir que Constant no tuvo éxito en política hasta después de la Restauración.

En la imagen siguiente, un mapa de la zona:


Imagen de la Abadía de Hérivaux, en 1880

Otra imagen de las ruinas de la abadía de Hérivaux

Pabellón de huéspedes, tal y como quedó tras las demoliciones realizadas por Constant y antes de las reformas de 1934

Instalaciones agrícolas de la abadía de Hérivaux



Sobre esta adquisición de Constant, se conserva una carta. El 7 de agosto de 1795, apenas dos meses después de haberse instalado en París, escribió a su tía, Mme de Nassau: 

Acabo de hacer, tía mía, un negocio que no se imagina: he comprado unos terrenos por 30.000 francos franceses, de los que obtendré unos 8.000 francos de renta. ¡Reconozca que no podría haber hecho una mejor inversión! ¡Lo que podría hacer aquí con 200.000 francos!... Si os pudiese persuadir, os animaría a venir a Francia con 15.000 francos, y podríais comprar una gran propiedad. Viviríais casi sin gastos, porque el luis vale aquí de 800 a 1000 francos y el coste de la vida no tiene comparación, de manera que una pequeña parte de vuestros ingresos de Suiza sería aquí un Potosí... Así, querida tía, venid a vivir bajo las leyes de la República. Ya no tenéis excusa para quedaros en Suiza.



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FUENTE DE INFORMACIÓN GRÁFICA: wiki francesa.
FUENTE DE LA CARTA: Emmanuel Beau de Loménie, Introduction à Lettres de Madame de Staël à Madame Récamier. París, Domat, 1952, págs. 24-25 (traducción mía, en breve en versión digital y en papel).



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